Todas las personas tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad. Nadie será sometido a esclavitud, ni a servidumbre, a torturas, ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Fortalecemos las capacidades de las instituciones que brindan protección y asistencia a migrantes desde un enfoque de género y derechos humanos a través de varios proyectos regionales, entre ellos el Programa Mesoamérica. Compartimos conocimientos con representantes gubernamentales, de la Sociedad Civil y de las comunidades en temas como Migración y Poblaciones LGBTI; identificación de perfiles de personas migrantes en situación de vulnerabilidad; Migración y juventud; Trata de personas y explotación en contextos de emergencia; atención psicosocial a personas que atienden a población migrante; y riesgos de la migración irregular. Con este programa, también entregamos insumos médicos y mobiliario para la atención de personas extranjeras albergadas en el Centro de Atención Integral para Migrantes en El Salvador.

Asimismo, contribuimos un proceso de reinserción digno, integral y sostenible para quienes regresan al Triángulo Norte de Centroamérica con el proyecto Retorno y Reintegración. Acompañamos tanto a gobiernos centrales, municipales y como las comunidades para la inclusión socio-económica y reincorporación duradera de migrantes a sus comunidades de origen. Esto incluye actividades que promueven la cohesión social y fortalecen el capital humano con talleres de vocacionales.

Además, ejecutamos el Programa de Prevención de los Delitos Vinculados a la Migración Irregular, en aquellos municipios con elevados índices de expulsión en El Salvador, Guatemala y Honduras. 

Aunque las cifras estimadas de las víctimas de la Trata en todo el mundo varían, se han cuantificado en millones y, lo más importante, están en constante aumento. Por otra parte, las estimaciones a menudo no incluyen las personas que son víctimas dentro de las fronteras de sus propios países.

El crimen organizado está ganando miles de millones de dólares a costa de la Trata y de la explotación de personas - muchas de las cuales son víctimas de violaciones graves a sus Derechos Humanos.

Las víctimas de Trata sufren a menudo de abusos como la violación, la tortura, la servidumbre por deudas, detención ilegal y amenazas en contra de su familia u otras personas cercanas a ellas, así como otras formas de violencia física, sexual y psicológica.

La demanda de mano de obra barata, de servicios sexuales y de ciertas actividades delictivas son algunas de las raíces profundas de la Trata, mientras que la falta de oportunidades, recursos y posición social son otros factores que contribuyen a su auge.

La Trata de Personas se entenderá por:

"La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o de recepción, o en la concesión del pago...a una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación." (Artículo 3 del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres, niñas y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional).

En la OIM, operamos desde el principio que la Trata de Personas debe ser abordada en el contexto general de la gestión de la migración. Nuestra amplia gama de actividades se lleva a cabo en colaboración con instituciones gubernamentales, ONG y organizaciones internacionales. El enfoque se basa en tres principios que rigen todas nuestras actividades contra la Trata:

  • El respeto de los Derechos Humanos.
  • El bienestar físico, mental y social del individuo y su comunidad.
  • Sostenibilidad a través del fortalecimiento de la capacidad institucional de los gobiernos y la sociedad civil.

La OIM ha estado trabajando para contrarrestar la Trata de Personas desde 1994. En este tiempo, hemos ayudado a aproximadamente 70.000 personas objeto de Trata. Nuestros objetivos principales son prevenir la Trata de Personas y proteger a las víctimas, a la vez ofrecerles opciones de reintegración segura y sostenible y/o volver a sus países de origen.